Por Miguel Ángel Carreón Sánchez
Ser parte de la solución y no de los problemas es un reto global. En México lo tenemos muy claro y es por ello que nuestra inserción en la agenda de la Cumbre del G-20 marcará un antes y un después de la participación de los jóvenes.
En mayo de este año, en la ciudad de Puebla, superamos nuestra prueba de fuego al lograr consenso entre los 150 jóvenes delegados representantes de los países pertenecientes al G-20; temas de interés común fueron puestos sobre la mesa y con ello se dio inicio a la discusión de los mismos para la configuración de una agenda internacional.
Por momentos resultó complicado conciliar puntos de vista tan opuestos entre delegaciones; sin embargo, el diálogo y las propuestas imperaron, logrando así alcanzar acuerdos, sumar puntos en común y se configuró una visión de búsqueda de soluciones desde la óptica de nosotros los jóvenes. De este modo, y después de arduas horas de trabajo, este se plasmó en un documento que resumió nuestras propuestas.
Hoy en México los jóvenes representamos poco más de un tercio de la población total, más de 36 millones. Junto con la mayoría de los países del G-20, contamos con un bono demográfico que nos coloca ante una oportunidad global que tenemos el deber de aprovechar.
De ahí que los desafíos son comunes para la mayoría de las naciones del mundo: la crisis financiera, la estabilidad económica, el empleo juvenil, el desarrollo de las telecomunicaciones, el cambio climático y el desarrollo sustentable del medio ambiente, son sólo algunos de los grandes retos que enfrentamos como sociedad global y como juventud en específico.
Desde un principio, en el Instituto Mexicano de la Juventud no dudamos en sumarnos a este esfuerzo que desde la Secretaría de Relaciones Exteriores se llevó de manera conjunta, al plantear la creación de esta agenda de los temas que a los jóvenes nos interesa discutir en el ámbito internacional y así definir una nueva forma de dialogar y de compartir mejores prácticas internacionales en material de juventud.
Reconocemos que la colaboración de las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Trabajo y Previsión Social (STPS), Economía (SE), y el Banco de México (BANXICO) fue clave en la realización de la Cumbre de Jóvenes Delegados de Y20.
No puedo omitir la destacada participación de los siete delegados mexicanos en las mesas y en las temáticas que al igual que sus contrapartes de Rusia, España o Alemania, por mencionar algunos, hablaban el mismo idioma, el de la búsqueda de soluciones para esta generación de jóvenes y las venideras.
Los representantes de México ante la Cumbre del Y20 fueron: Anabella Coria Zavala, de Nuevo León; Arturo Castellanos Canales, del Estado de México; Celeste González Camacho, de Jalisco; David Martín Rubalcava, de Baja California; Emilio Arteaga Vázquez, de Nuevo León; Erik Emanuel Clavel Benítez, de Jalisco, y Juan Pablo Álvarez Enríquez, de Morelos. Todos ellos también forman parte de esta generación de jóvenes mexicanos que están comprometidos, discuten y proponen soluciones a los grandes retos globales.
Hoy, la agenda y propuestas internacionales que emanaron del diálogo sostenido entre los jóvenes delegados ya están en manos del Presidente de México, Felipe Calderón, quien a su vez se ha comprometido a llevarlas ante los integrantes del G20. Este paso es nuestra reiterada muestra de que los jóvenes hemos tomado las riendas de nuestro destino apostando por la activa participación e involucramiento en la búsqueda de soluciones no sólo para nuestro entorno, sino para nuestro planeta.
