martes, 24 de abril de 2012

Ley de juventud: un sueño que no llegará a construirse.

LEY DE JUVENTUD, UN SUEÑO QUE NO LLEGARÁ A CONSTRUIRSE

 
Desde hace 5 años Ecuador está viviendo un proceso de transformación en el que muchos temas en relación al fortalecimiento de programas para las y los jóvenes ecuatorianos han tenido importante anclaje en la propuesta de transformación a largo plazo.
Nadie puede negar que la inversión en educación es uno de los avances más importantes y que sin duda el presupuesto se ha incrementado de manera relevante en este período, acompañado de la implementación de necesarias estrategias para mejorar las capacidades y la profesionalización de las y los jóvenes a fin de responder con la demanda técnica que el país necesita para forjar los procesos de transformación planificados.
Dichos aportes, sin duda hacen parte de la transformación que el país está viviendo; sin embargo, qué decir frente al debate de la Ley de Juventud que actualmente se encuentra en la Asamblea Nacional?
1.- Un debate que a una gran mayoría de asambleístas no interesa, y a quienes han definido este como su trinchera política… se posicionan con discursos y actos públicos que pretenden ser espacios de debate con la sociedad civil pero que finalmente terminan siendo una plataforma político electoral.
2.- Una institucionalidad de juventud debilitada durante varias décadas, sin capacidad de respuesta frente a las demandas de la sociedad civil joven, y mucho menos capaz de influir en la propuesta de transformación que Estado persigue.
3.- Un tejido social juvenil debilitado, donde son escasos y escazas las compañeras que cuentan con formación política y con propuestas concretas para mantener un debate a la altura del tema.
4.- Una ley con grandes posibilidades de ser vetada por la función ejecutiva al ser una ley que NO propone nada para transformar la realidad de las y los jóvenes en el país y sugiere una institucionalidad de juventud que a juicio de quienes han trabajado en la reforma institucional del Estado “es inviable”.
5.- Un propuesta vergonzosamente conservadora al intentar proponer “el ser joven” desde los 16 años, desconociendo los temas de protección especial, enmarcados en los derechos humanos y que se contemplan en las normas respectivas de la legislación nacional.
Luego de mirar esta realidad, me pregunto señor Presidente, señores y señoras Ministras ¿realmente estamos comprometidas con las juventudes? ¿es este realmente un tema en el que estemos poniendo las manos para construir colectivamente el Buen Vivir de este grupo etario? ¿Estamos haciendo un esfuerzo por evaluar el impacto de nuestros programas y proyectos para jóvenes?
Me temo que los esfuerzos emprendidos desde nuestro Gobierno Nacional no necesariamente están transformando la realidad de las juventudes, a pesar de que 3 de cada 10 ecuatorianos y ecuatorianas somos jóvenes[i], de evidenciar que más del 50% de jóvenes ecuatorianos vivimos en condiciones de pobreza y extrema pobreza[ii], que únicamente 4 de cada 10 jóvenes hemos culminado la secundaria, 3 de cada 10 jóvenes hemos tenido acceso a la educación superior y únicamente 1 de cada 10 jóvenes ha logrado graduarse de la universidad[iii] , que 1 de cada 10 jóvenes ecuatorianos y ecuatorianas se encuentra desempleado y 5 de cada 10 jóvenes se encuentra en condiciones de subempleo, ganando un sueldo promedio de 295 dólares (jóvenes entre 18 y 29 años),[iv] que únicamente 3 de cada 10 jóvenes contamos con seguridad social[v] y 7 de cada 10 jóvenes migrantes, migran por buscar mejores condiciones laborales.[vi]
 
Señor presidente, compañeros Ministros, Ministras, Secretarias y Secretarios se necesita principalmente voluntad política para transformar esta realidad, es necesario realizar cambios estructurales que hagan que las y los jóvenes se conviertan en verdaderos actores estratégicos del desarrollo, como lo manda la Constitución del Ecuador; se requiere presupuesto para que la política de juventud tome fuerza, y una gran participación social que pueda sostener las propuestas políticas para la transformación en el día a día.

Las y los jóvenes no somos el futuro de la patria, somos el presente!


Son importantes los esfuerzos por ubicar en puestos políticos importantes en las instituciones públicas a las y los jóvenes, sin embargo esto no refleja los cambios que las y los jóvenes de diversos sectores reclaman para mejorar su calidad de vida.
 
Finalmente ¿esta Ley de la Juventud transformará la realidad de este grupo etario? ¿Existen los esfuerzos necesarios por parte del Estado para que a través de otras herramientas se transforme esta realidad? ¿Existe un verdadero interés de contribuir con LAS MAYORÍAS de jóvenes que viven en condiciones de pobreza?
 
!Quiero continuar creyendo que SI!

[i] La población joven en el Ecuador comprende 3’912.227 personas, el 29,5% son a
dolescentes de entre 15 y 18 años, 39,8% son jóvenes de entre 19 y 24 años y el 30,7% corresponde a las y los jóvenes de entre 25 y 29 años.
[ii] De 3’912.227 jóvenes ecuatorianos y ecuatorianas, 2’079.506 viven en condiciones de pobreza y extrema pobreza.
[iii] Las y los jóvenes de entre 15 a 29 años que han completado la educación primaria son el 88,6%. Las y los jóvenes entre 18 y 29 años que han culminado la secundaria en el 41,45%. Finalmente, el 28,2% de jóvenes han tenido acceso a la instrucción superior, sin embargo únicamente el 11,15% están titulados.
[iv]Jóvenes de entre 19 y 24 años: tasa de desempleo del 11,5% y el 54,3% en condiciones de subempleo (salarios promedio 247,1 dólares por mes). Jóvenes de entre 25 y 29 años: tasa de desempleo del 7% y un 45,1 se encuentra en condiciones de subempleo. (343,7 dólares por mes).
[v] El sistema de seguridad social cubre a un 21,5% a jóvenes de entre 19 y 24 años y a un 38,9% a las y los jóvenes de entre 25 y 29 años.
[vi] Del total de migrante jóvenes, el 75,6% de jóvenes de entre 25 y 29 años, el 70,9% de jóvenes entre 19 y 24 años han migrado por situaciones laborales.

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